Creo que pocas veces en mi vida había disfrutado tanto de las moras como en este verano. Que bocados más esquisitos llegaban a mi paladar que yo misma las escogia en mi caminar... simplemente un obsequio de la naturaleza. 

Mientras en la cuidad tienes que recurrir a ferias o supermercados para conseguir un poco de frutas frescas (si se les puede llamar así) verdaderamente no son comparables al sabor que tenian estas en el CAMPO, un sabor inigualable, y de sólo imaginar la cantidad de dulces y postres que se pueden hacer con esta materia prima se me hace AGUA LA BOCA. Que ganas de volver a comerlas. 

Hoy en día pienso que es un lujo poder tener en tu patio arboles frutales o una pequeña chacra como lo era tan habitual tener antiguamente, en la ciudad es casi impensado, pero que necesarias son y como se disfrutan!! 

Saludos espero que se encuentren bien.